Desde mi ventana..

Todos los días desde la ventana de mi habitación puedo observar nítidamente la impresionante nueva torre del Hotel Westin Libertador, erguida como un centinela de guardia, esbelta como una modelo desfilando por una pasarela.
Sobresale por encima de la ciudad con aires de grandeza y parece gobernarla por su imponente tamaño, su modernidad podría ser envidiada por muchos y sus colores sobrios y gran cantidad de ventanas hacen que se distinga de los demás.
También puedo ver los techos de las casas contiguas a la mía con gatos corriendo por ellos como si fueran niños en el parque y saltando sin aparentes preocupaciones y una energía que es envidiada por cualquiera.
A menudo me fijo en las personas que pasan por debajo de mi ventana, y me siento como un espía con información secreta porque los vigilo pero ellos no me ven. Cada una diferente a la otra, dirigiéndose a diferentes lugares y con expresiones distintas.
Brilla el sol por la tarde intentado salir de entre la neblina, y ante el enorme y colorido anuncio de Telefónica y por un instante soy feliz, pero a la vez me voy sintiendo cada vez más pequeño en un mundo que hasta desde mi ventana veo infinitamente grande.